La verdadera historia de Mario

Por Jorge Mario Escobar

Dos empresas muy importantes de la ciudad estaban construyendo una vía para el sistema de transporte público de uno de los municipios del Área Metropolitana. Los trabajadores llegaban a obra, porque habían trabajado con alguna de las dos empresas, o porque eran trabajadores calificados, o porque había llevado la hoja de vida a la oficina de atención al ciudadano, PAC. Luego de llenar los requisitos y de los cursos de inducción correspondientes, la portería principal era el lugar de entrada para todos.

Obra vial en cosntrucción
Obra vial

Para Mario fue distinto, Mario plus, llegó por la quebrada, si, aunque parezca extraño, él llego por la quebrada.

Quebrada doña Señora

Así fue, una madrugada de lluvias, eran las tres de la mañana, Gabriel, el oficial que instala las bombas en los trabajos que se efectúan dentro de la quebrada aledaña a la obra, vio que algo se movía a lo lejos sobresaliendo de la superficie del agua, se movía con buena velocidad, la oscuridad no le dejaba distinguir con claridad que era lo que venía como flotando.

Lo que flotaba, cada vez se acercaba más, hasta que llegó a su lado, Gabriel estiró la mano y tomo la de Mario, lo atrajo hacia él con cuidado y lo sacó de la quebrada evitando así que siguiera corriendo aguas abajo. Mario estaba maltrecho y sucio, sus ojos, dibujaban la misma sorpresa que todavía hoy muestran, sus ropas estaban desechas, mejor dicho, no tenía ropa.

Gabriel lo llevó hasta la orilla y lo puso sentado en el muro que canaliza la quebrada y que hacía poco se había construido en la obra. Mario quedó con las piernas hacia la vía en construcción para evitar que se cayera de nuevo a la quebrada. Allí quedó inmóvil por dos o tres horas expuesto al frío de la madrugada.

A las seis de la mañana llegaron las personas de movilidad, Julio Y Dany, ellos fueron los primeros que llamaron Mario a Mario, pues éste no había dicho ni su nombre tal vez por lo traumático de la experiencia que había soportado. Julio y Dany llamaron así al nuevo en la obra por alguna similitud, tal vez física, que percibieron con el oficial Mario G. Más tarde alguien dio con el apellido y el nuevo se llamaría Mario Plus Ellos, los de Movilidad, lavaron a Mario y lo pusieron a la entrada de la obra sentado al lado de un Jardín y le dieron el casco de dotación de obrero, color naranja, muy bonito.

Más tarde pasa una señora y apenas vio a Mario allí sentado preguntó que por qué no le daban dotación como a todos, “mire que está prácticamente desnudo”, la trabajadora de movilidad encargada de estar en la puerta y de coordinar el transito le dijo que Mario esperaba que le dieran la dotación así fuera en donación. Más tarde, la misma señora que preguntó, les entregó algo así como un mameluco, lo más cercano a un overol.

Se empezaba a componer la suerte de Mario porque a los tres días, la ingeniera pasó y al verlo vestido con ese mameluco, lo más cercano a un overol, y luego de escuchar la historia de Mario, lo ascendió y le puso el casco de oficial, un casco azul ganado en tres días, tal vez por la similitud que tenía con su tocayo, el oficial. En sólo tres días pasó de ser ayudante a oficial, Nada se sabe de su salario, si varió o no.

Pero no faltan los problemas, Mario Plus seguía como ido como con la mirada perdida, tal vez por la dura experiencia vivida en la quebrada. Alguien pasó y al verlo así y dijo que lo hicieran ver del doctor, consultada la directiva de la obra, dijeron que sí que lo llevaran al viejo hospital de los muñecos porque eso era Mario, un muñeco. Luego de pasar por el viejo hospital de los muñecos, Mario Plus, empezó a ganarse el cariño de todos, de los ingenieros, oficiales y obreros de la obra, pero también de los desprevenidos transeúntes que por allí pasaban todos los días. Todos quería tomarle fotos y tomarse selfis con él. Mario se convirtió en una celebridad,
Los niños querían fotos con Mario, los adultos también, le han tomado más fotos que al alcalde.

Mario como ayudante
Mario como oficial

Un día una señora cuando ve a Mario, mira al personal de obra y les dice: puedo tomarle una foto. Ella toma la foto y por el Whatsupp se la envía a alguien, acto seguido toma el celular y oprime el botón e inicia un mensaje de voz: “Hermanito en la obra de vías que están haciendo acá hay una escultura tuya, un muñeco igual a ti, claro que tú eres más lindo que el muñeco”.

Es que mi hermano es trabajador de la construcción y es así gordito, les comento a las personas de la obra que estaban allí parados, acto seguido emprendió camino hacia su destino sin dejar de reírse.

Esa es la verdadera historia de Mario Plus que no sólo llegó a la obra para quedarse, sino que se convirtió en un personaje representativo de la obra pues es más conocido que todos los que trabajan allí y es el encargado de sacarle sonrisas a los vecinos de la obra y darles unos momentos de alegría.

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