Librería La Anticuaria

Por Jorge Mario Escobar G

“yo estudie gracias a ustedes”, dicen los clientes más antiguos cuando regresan a ese hermoso negocio, que más que negocio es un lugar cargado de recuerdos para las generaciones de los años 70 en adelante.

Para Mónica Pérez, propietaria de la Librería La Anticuaria, esa es una frase que la llena de la alegría y orgullo y porque seguido a esa frase aparecen bellas historias de los clientes, recordando a su padre el principal impulsor de la librería o a su abuelo el fundador.

Fundador

“Nosotros somos la librería más antigua que existe en este momento en Medellín”, dice Mónica sin ocultar el orgullo que siente al decirlo. La Anticuaria fue fundada en 1960 por el abuelo de Mónica, Amadeo Pérez Pérez.
Amadeo Pérez fue un inmigrante español que llegó a América huyendo de decisiones familiares, pues las familias decidían las profesiones de los hijos. La familia decidió que Amadeo sería el sacerdote de la familia.
Y en el seminario fue un profesor, que además era sacerdote, quien le recomendó que eso no era para él, que se saliera de allí. Además, le recomendó que viajara a América.

En Cuba

Amadeo decidió acoger las recomendaciones del sacerdote y en 1917 emigró a América y se radicó en Cuba. Allí estuvo hasta 1920 donde una agitación social fuerte le hizo tomar la decisión de irse para México.

En México

Radicado en este país, hacía continuos viajes a Panamá con su maleta repleta de libros que vendía de país en país. En esos viajes, Amadeo se hospedaba en zonas de tolerancia y enamoraba a las chicas con los poemas que escribía y así conseguía habitaciones baratas y además conseguía que las chicas le arreglaran la ropa.
Amadeo tenía un periódico y fue acusado de hablar en contra del gobierno, motivo por el cual fue encarcelado. Cuando el presidente, que era su amigo personal, supo de su detención lo sacó de la cárcel y lo envió a Francia.

De nuevo en Europa

Estando en Francia, en una cabina telefónica, pasó cerca de él una señora y lo llamo por su nombre, la había conocido donde él se hospedaba en sus viajes por Centroamérica. La señora se había casado con un francés y tenía una buena posición económica, lo invito a pasar unos días en su casa y luego, ella y su esposo le ayudaron para que pudiera llegar a España.

Se radica en Medellín

Por la difícil situación que vivía España con el régimen de Franco, le aconsejaron que se viniera para Colombia que en ese momento era un país relativamente tranquilo.
Luego de vivir un tiempo donde su hermano Daniel, Amadeo consigue una casa por el Parque de Bolívar y con su esposa Julia Hernández, establece una especie de doble negocio: un restaurante y una librería.
Inicialmente y aprovechando el servicio de restaurante alquilan revistas de comics como Kalimán, El Enmascarado de Plata y otros. Había libros de vaqueros para los hombres y novelas de Corín Tellado para las mujeres.

Libros de segunda mano

La Anticuaria más de 60 años vendiendo libros

Más adelante se empezaron a traer libros nuevos para la venta y con el tiempo empezaron a llegar los profesores, los estudiantes, los escritores y muchos intelectuales, con ellos se inicia la venta de libros de segunda.
Como a muchas personas les daba temor comprar libros de segunda porque pensaban que eso les podía contagiar enfermedades,

Amadeo compró un horno de segunda, lo pinto de amarillo y lo puso visible en el negocia y le decía a la gente que ahí desinfectaba los libros. Las personas creían el cuento y ya compraban con más confianza. De esta forma se establece La Anticuaria como negocio de venta de libros de segunda.
En este tiempo se pasan para los tres pisos de Ayacucho que es el lugar que la gente más recuerda. Cada fin de año escolar y de semestre académico de las universidades los estudiantes iban, vendían, compraban e intercambiaba los libros dejando un valor adicional.

Daniel Pérez

Daniel Pérez Hernández fue libreo toda su vida, nació en México en 1947 y se consideraba Paisa.

A raíz de la muerte de doña Julia, Daniel, el hijo mayor de Amadeo, se convierte en su mano derecha. Los hermanos de Daniel eran muy pequeños y no podían dedicarse todavía al negocio familiar.

Daniel Pérez, foto tomada del Face de La Anticuaria

Daniel salía de pueblo en pueblo con su hija para vender libros, trabajó gerenciando la empresa familiar, tuvieron local donde hoy es el Éxito de San Antonio, luego en San Ignacio y más tarde en Ayacucho con Sucre, que fue el último local que tuvieron en el Centro. La inseguridad del Centro, la aparición del Centro Comercial del Libro Usado que se convirtió en una competencia con dificultades y problemas, los obligaron a buscar otros horizontes.
Cuando fallece Amadeo, los hermanos Pérez tiene algunas diferencias y dentro de las negociaciones quedó consignado que cada uno de los tres socios quedaría con una librería y lo más importante: cada uno trabajaría con el nombre de La Anticuaria.

Llegan a Belén

Cuando Daniel se separa de sus hermanos, le propone a su hija que se salga de donde está trabajando porque él necesita ayuda. Sabía de gerencia, pero tenía deficiencias con el inventario, tema que su hija dominaba y conocía.
Se establecen primero en el sector del Estadio, pero la gente va a ese lugar a hacer deporte, no va a comprar libros, debido a esto se trasladan para Belén donde La Anticuaria permanece hasta hoy.

Mesa con promociones afuera del local
Muy buenos títulos

Mónica Pérez

Mónica Pérez Mejía es la hija mayor de Daniel y prácticamente su mano derecha. Es bibliotecóloga de profesión y aunque trabajó en otras librerías como Todo en Artes, la Nacional y la Científica, su pasión fue el negocio familiar. “Vivíamos en la casa donde era la librería mis juguetes fueron libros”. Cuenta Mónica recordando con alegría su niñez 

Mónica Pérez en la librería

A los trece años, cuando estaba en bachillerato, se iba para el negocio y luego de hacer las tareas colaboraba con su papá y con sus tíos.
Con su padre fueron a muchas ferias en pueblos promocionando La Anticuaria y vendiendo libros. Estuvieron 16 años en el Centro y luego se vinieron a Belén donde llevan 19 años.

Cuando su padre enfermó ella lo ayudó a disfrutar los últimos momentos de vida con mucho realismo. Cuenta Mónica que: “Cuando estaba tan mal por el cáncer, Mi padre me dijo ¿usted quiere seguir con este negocio o vamos pensando en cerrarlo? Yo le contesté: Cómo vamos a cerrar un negocio de 60 años”.


Mónica sigue al frente del negocio, pues dos de sus hermanas han buscado otros rumbos y la menor aún es muy joven y está en bachillerato.

Mónica y Daniel Pérez. Foto de Mónica Pérez

La Pandemia

En la pandemia muchas personas consignaban dinero diciendo que cuando pudieran salir reclamaban los libros, hubo mucho apoyo entonces, hubo mucho flujo de caja. Cuando se llega a la normalidad ha sido más difícil sostenerse.
Es difícil sostenerse porque la librería está situada en un sector donde hay muchos colegios y si los colegios no están funcionando las ventas bajan.
Otro de los factores es que la gente que conoce La Anticuaria son personas mayores. Por eso hay que llegar a ese público joven y ha sido medianamente difícil.

“Este negocio más que negocio es una pasión, me hace muy feliz, me siento muy contenta”, dice Mónica explicando por qué ha permanecido tantos años y por qué sigue en la lucha. Y es que una de las alegrías de uno como librero es ver a alguien que salga feliz con un libro.

La Anticuaria Foto Mónica Pérez

Esa es la esencia de este negocio ver a la gente salir feliz con un libro. La importancia, para mí, de un libro es que esté en las manos de un lector”, Refuerza Mónica.
Alegrías

“Ver a una niña que viene por un libro y cuenta monedas y dice que quiere mitología. La niña se fue feliz con el libro y esas satisfacciones son las que hacen que uno se mantenga acá”, dice Mónica expresando su alegría.
Y es que a ella le emociona cuando los clientes de más edad le cuentan como recuerdan a su padre y a su abuelo, como le dicen que gracias a La Anticuaria pudieron estudiar y gracias a La Anticuaria pudieron tener sus propios libros. Y hasta le dan las gracias por seguir existiendo.

Libros de bajo costo

En La Anticuaria se pueden conseguir libros de bajo costo, llevar los libros que no se van a utilizar y por ese libro y un poco de dinero pueden obtener uno que sí les interese.

Labor Social

En esta época en que todo se encuentra en la internet se puede pensar que hay libros que ya no los utiliza nadie como es el caso de las enciclopedias, sin embargo, en nuestro país hay lugares apartados donde la señal de internet es muy deficiente o no existe, allí los niños se sienten felices teniendo una enciclopedia y otros libros didácticos en sus manos.

La Anticuaria 60 años

La Anticuaria recibe esos libros en donación y los ubican gratuitamente en esos lugares.
Visitamos la Anticuaria y nos sentimos en un mundo hermoso donde una persona maravillosa nos atendió muy amablemente y nos contó todas estas cosas que realmente alegran el alma. Visitemos La Anticuaria, seamos sus clientes para que ese rinconcito de paz siga existiendo en Belén por muchos años.

Dirección Calle 32 #77-111 Belén

Tel 313 686 23 48 Puede comunicarse con Mónica Pérez Mejía

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